ANÁLISIS CRÍTICO DE
LA PELÍCULA
“FÁTIMA, EL
ÚLTIMO MISTERIO”
“Hazle saber al Santo Padre que yo siempre estoy
esperando
la Consagración de Rusia a Mi Inmaculado Corazón.
Sin la Consagración, Rusia no se podrá convertir
y tampoco tendrá paz el mundo"
(Nuestra Señora de Fátima a Sor Lucía, mayo de
1952)
“…hoy, una vez
más, escuchamos la llamada de la Virgen de Fátima
a consagrar
Rusia a su Inmaculado Corazón,
de acuerdo con
su instrucción explícita”.
(Card. Raymond Burke, 2017)
Con gran entusiasmo para muchos fieles católicos se
ha reproducido en los cines de distintas provincias del país –como en gran
parte de Latinoamérica-, a pedido de la gente, la película realizada por Goya producciones en colaboración con Fundación Cari Filii, sobre las
apariciones y mensajes de Nuestra Señora de Fátima. Es difícil realizar una
crítica global de la misma en dos palabras. Es decir, cuando a veces nos
preguntan ¿qué te pareció tal o cual
película?, respondemos “es buena”, “muy
buena”, “es mala”, o bien, “me
gustó”, “no me gustó”. En este caso no podemos limitarnos a dar estas
respuestas, ni siquiera a agregar la película “pero”, sino que es preciso decir algo más tratándose de un tema
que versa sobre cuestiones que atañen, en lo natural y sobrenatural, al pasado
como al futuro.
Podría
dividirse el film en varias partes como para estudiar cuáles de ellas son más fieles
a lo acontecido y anunciado por Nuestra Señora en Fátima. Sin embargo, para ser
todavía más didácticos estableceremos dos parámetros generales siguiendo
aquello del ser y del acontecer histórico. Es decir, el
acontecer estaría representado por los hechos puntuales que tuvieron lugar en
Fátima y en el mundo en relación a las apariciones. En cuanto al ser del film, hay que decir que se
refiere a las consecuencias de esos hechos y mensajes, la interpretación de los
mismos y su valoración y proyección a la luz de la fe y de la razón.
La complejidad de Fátima es otro de
los obstáculos para poder hacer un juicio valorativo sobre el film, sumado a
que es una verdad que no todo debe y puede ser representado en una película de 80
minutos. Del modo que fuere hay elementos concretos que merecen ser notados y
otros tantos que precisan ser discutidos, para luego hacer una valoración
conclusiva.
Si se nos pide brevedad inmediata,
diremos que es una cinta que tiene algunas luces, especialmente en lo artístico
y estético, en el montaje, la producción, el guión, el despliegue de recursos
gráficos, el tratamiento de algunos temas históricos, los hechos puntuales de
1917 en Portugal, etc.; pero que tiene sombras en lo que respecta al ser de la película, es decir, lo
referido a la interpretación de algunos hechos, la lectura histórico política
de la revelación mariana y, de modo especial, en lo que respecta a la tercera
parte del secreto. Cuando hablamos del ser
del film, nos referimos a lo más importante. Lo que respecta al ser es lo sustancial y primordial. El acontecer –que en este caso no está
exento de vicio- es también importante, pero en sentido ontológico corresponde más
bien a lo accidental, a lo externo y
pertenece al ámbito del fenómeno.
- Aspectos positivos
Antes de ser tildado y señalado como aguafiestas, pesimista, criticón, mente cerrada, conspiranoico, retrógrado, integrista,
preconciliar y, por qué no, “anti-Fátima”, etc., para ser todavía más
específico, haré un recuento de los elementos que considero positivos y
buenos de la película:
-
Los hechos
históricos de las apariciones del Ángel de Portugal, la Santísima Virgen y la
representación de las visiones del infierno y del resto del secreto (aunque no
se menciona todo), es muy bueno y fiel. Quizás podría agregarse el hecho de que
la aparición de la Virgen en 1917 ya había sido profetizada mucho tiempo antes,
pero esto no cambia lo esencial de las apariciones.
- Se da un mensaje
concreto de que la oración y particularmente el rezo del Santo Rosario todos
los días es un medio eficaz de asistencia celestial ante todo tipo de
dificultades.
- Se recomienda vivamente
la devoción de los cinco primeros sábados.
- Se menciona la
existencia de una persecución laicista y masónica contra la Iglesia en 1917 y
la intencionalidad perversa del gobierno de Portugal por aquellos días.
- Se establece una
relación causa-efecto, hecho-consecuencia, pecado-castigo, oración-misericordia
de Dios, etc. En el film, la historia ficticia de una mujer viuda (Mónica),
resentida con Dios y su acercamiento o retorno a la Fe y devoción mariana se
debe, en parte, a que comprueba y admite que las profecías de la Virgen se ven
cumplidas en muchos hechos históricos, y no se trata de meras suposiciones.
Este es uno de los grandes propósitos, si no es el mayor, de la cinta. En la
página oficial y descripción del producto se lee: “¿Ha marcado Fátima la historia del mundo? Extrañas coincidencias
parecen indicar que las misteriosas apariciones de Fátima han marcado el rumbo
de la historia de estos 100 últimos años. ¿Podría el mensaje de Fátima darnos
claves sobre nuestro futuro? Este es uno de los grandes interrogantes que trata
de desvelar esta película documental”.
-
Hay una
contundente y expresa mención del Comunismo y de sus distintos regímenes ya sea
en la URSS como en el resto del mundo, al cual se relaciona con el castigo o la
consecuencia advertida por la Santísima Virgen el 13 de julio de 1917: “Si atendieran a mis deseos,
Rusia se convertirá y habrá paz; si no, ella esparcirá sus errores por el mundo
promoviendo guerras y persecuciones contra la Iglesia. Los buenos serán
martirizados, el Santo Padre tendrá mucho que sufrir, varias naciones serán
aniquiladas”.
-
Comparación
explícita del régimen comunista con el nazi, dejando a las claras que el
primero fue mucho peor que el segundo, por su magnitud, duración histórica, y
su efecto catastrófico que aún perdura. Dejando muy en claro que el Comunismo
mató y exterminó a más de cien millones de personas, sin contar los muertos por
algunos gobiernos socialistas de Latinoamérica. Cifra que corresponde a la
denunciada en “El libro negro del
comunismo”.
-
Se admite la
infiltración marxista en los distintos órdenes, incluida la Iglesia.
-
Se hace mención
de otras persecuciones de cristianos como por ejemplo en Corea del Norte y se
hace alusión a las víctimas del Islam con el yihadismo.
-
Se deja en claro
el ataque actual contra la Familia, siguiendo aquellas palabras de Sor Lucía en
las que señala que “la batalla final
entre el Señor y el reino de Satanás será acerca del matrimonio y de la
familia. No teman, añadió, porque cualquiera que actúe a favor de la santidad
del matrimonio y de la familia siempre será combatido y enfrentado en todas las
formas, porque esta es la cuestión fundamental (…) Sin embargo, Nuestra Señora
ya ha aplastado su cabeza”.
-
Se hace alusión
expresa del peligro que representa la Ideología de Género para las naciones y
la consecuencia inmediata de aceptar en las leyes esta perversión: la
disolución del fundamento de toda sociedad, la familia cristiana.
-
Un detalle y
nota de color puede ser también que en la historia ficticia de la película hay
una mujer embarazada de 12 semanas. En un diálogo se dice expresamente que allí
hay tres personas (padre, madre e hijo en gestación). Si bien es un detalle, no
es algo menor teniendo en cuenta que los proyectos actuales que pretenden
imponer el aborto –y las leyes ya aprobadas en otros países incluyendo España,
de donde es oriunda la filmación-, se formula que hasta las 12 semanas podría
ser “interrumpido” el embarazo, acabando así con la vida del inocente.
Posiblemente
se nos escapen muchos otros aspectos positivos de la película, pero creemos
haber mencionado los más notables e importantes. En términos generales debemos
decir que el efecto que produce en las personas que acuden a ver el film es
positivo. Las personas que no conocen los pormenores de Fátima y que han visto
la película nos han manifestado un particular movimiento de devoción hacia la Virgen,
una necesidad de recuperar el rezo del Santo Rosario y de promoverlo, como así
también la devoción de los cinco primeros sábados. Asimismo observamos un
movimiento en pro de combatir el error y una apertura de las inteligencias a
comprender los hechos históricos del siglo pasado en relación a lo manifestado
en Fátima. Cosas estas muy plausibles, por supuesto. Pero que deben ponerse en
la balanza teniendo en cuenta lo que detallamos a continuación.
2.
Aspectos negativos, errores y omisiones
El
lector desprevenido podría preguntarse en estos momentos si puede afirmarse que
hay cosas negativas en la película, y posiblemente respondería que no. Lo es si
no se conocen algunos pormenores de lo que se refiere a Fátima, a la Consagración
de Rusia y a otros hechos que tendrían relación con la tercera parte del
Secreto. Algunos errores son más notables y otros más sutiles, sin embargo
intentaremos detallarlos a continuación.
a)
“Los errores de
Rusia”
En cuanto a aquello anunciado por la Virgen según lo cual
si no se atendían los pedidos del Cielo los errores de Rusia se esparcirían por
el mundo, parece haber un reduccionismo de interpretación. Existen en el documental algunas afirmaciones que pretenden
explicar aquello de los “errores” y, si bien es cierto que la Santísima Virgen
dijo que estos males producirían guerras y persecuciones, el film acota el
término “error” a las guerras y al Régimen Soviético. Con lo cual estos males
parecen haber cesado al caer el muro de Berlín en 1989.
Es totalmente acertado que la expansión del comunismo era
precisamente el cumplimiento de aquellas palabras, pero no puede olvidarse que,
aún desmoronado el régimen, los males del mismo no fueron aniquilados, sino
todo lo contrario. Simplemente desapareció el “envoltorio político” del error,
como ha afirmado el Prof. Roberto de Mattei. En consecuencia, sin su
envoltorio, la difusión de los errores permitió una difusión todavía más
grande. No se puede olvidar que las bases filosóficas y doctrinales del
marxismo seguían en pie. Más todavía, habían sido replanteadas en la filosofía
de la praxis de Antonio Gramsci, quien reformuló la doctrina marxista
haciéndola aún más destructiva con la llamada Revolución Cultural, que ya venía
siendo aplicada desde hacía varias décadas.
Fruto
de los errores son los organismos como la ONU, el FMI, el CFR, el Banco
Mundial, las políticas internacionales de reducción de población, la IPPF, la
promoción del aborto (el primero en legalizarlo fue precisamente Lenin en 1920)
y la eutanasia (en suma, la “cultura de la muerte”); errores todos que bajo
sistemas capitalistas y liberales están plagados de principios socialistas y
marxistas.
Bien
ha señalado el Prof. Roberto de Mattei sobre esta cuestión que “la palabra
error es precisa: el error consiste en la negación de la Verdad (…). Los
errores rusos son los de una ideología que se opone al orden natural y
cristiano porque niega a Dios, la religión, la familia y la propiedad privada”. Por eso advierte y
enseña que “con demasiada frecuencia se
ha identificado al comunismo con un régimen meramente político, olvidando
su dimensión ideológica, cuando es precisamente su aspecto doctrinal el que
pone de relieve Nuestra Señora”.
b)
“Muchas naciones
de la tierra desaparecerán sobre la faz de la misma”
Sobre
la interpretación de estas palabras parece haber un nuevo reduccionismo, dado
que se estrecha y acota la cuestión a lo acontecido en Polonia, dando como
resultado que la destrucción de las naciones no se habría cumplido por
intercesión de la Virgen. Polonia no desapareció, se salvó de ser aniquilada
por los distintos regímenes totalitarios. Si bien esto es cierto e incluso
pueden traerse a colación otras naciones salvadas de la destrucción y del error
del Comunismo, no puede negarse que tanto con la expansión de la Unión
Soviética, como con los efectos de la Segunda Guerra Mundial hubo naciones que
perecieron y que fueron devastadas. Omitirlo es un grave error.
No
decimos con ello que los hechos de carácter milagroso en distintas naciones no
hayan existido. Al contrario. En Portugal, entre otras naciones, luego de que
los obispos consagraran la nación al Inmaculado Corazón (13 de mayo de 1931),
acontecieron grandes prodigios de protección celestial, confirmados por la
mismísima Virgen. Para empezar hubo un
renacimiento de la vida católica, aumento de vocaciones sacerdotales, la
cuadruplicación del número de religiosos en apenas diez años, entre otras cosas
que atañen a la Fe. Los mismos obispos en una Carta Pastoral declararon que “tan profunda fue la transformación” que
“si hace veinticinco años alguien hubiese
cerrado los ojos y sólo ahora los abriese, ya no reconocería Portugal”. Por
otra parte es explícito en el documental el notable y radical cambio político,
aunque no se menciona a su protagonista: Antonio de Oliveira Salazar, quien
puso en marcha un programa católico y contrarrevolucionario y en contra del
Socialismo y Liberalismo. Como consecuencia Portugal fue preservado del terror
comunista y de los efectos de la Guerra Civil que asoló a España. También quedó
al margen de la devastación de la Segunda Guerra.
Lo
que señalamos, entonces, es la omisión de las naciones que efectivamente fueron
desfavorecidas, independientemente de los efectos sanadores de la intercesión
mariana en el resto del mundo. No puede, entonces, afirmarse por completo que
la Virgen haya anulado con su milagrosa intercesión sus propias palabras sobre
la aniquilación de las naciones, quedando éstas sin efecto. No se olvide, por
ejemplo, lo acontecido con Yugoslavia convertida en una república socialista
tras el final de la Segunda Guerra y que tras su disolución nacieron cinco
estados (Eslovenia, Croacia, Bosnia, Macedonia y la Unión Estatal de Serbia y
Montenegro). Otrosí se diga de Checoslovaquia, el conflicto entre Vietnam del
Norte y Vietnam del Sur, la dominación de la URSS sobre la República
Democrática Alemana, etc. Tampoco debe olvidarse que luego de la Segunda
Guerra, los vencedores se repartieron el mundo en los tratados de Yalta y
Postdam (agosto de 1945).
Es
importante señalar que la Virgen pone una condición: “si atendieran a mis deseos, Rusia se convertirá y habrá paz”. La
condición no se cumplió y entonces se llevó a cabo: “si no, ella esparcirá sus errores por el mundo promoviendo guerras y persecuciones
contra la Iglesia. Los buenos serán martirizados, el Santo Padre tendrá mucho
que sufrir, varias naciones serán aniquiladas”. Que esto haya sido y sea
así, no significa que no se puedan cumplir las palabras “al final mi Corazón Inmaculado triunfará”.
Debemos
mencionar también aquí que no es posible relacionar el impedimento de alguna
catástrofe o guerra nuclear como el cumplimiento de Fátima en forma definitiva.
El mismo obispo de Fátima, Alberto Cosme de Amaral, en el aula magna de la
Universidad Técnica de Viena, declaró (10 de septiembre de 1984), que “identificar
el secreto de Fátima con anuncios catastróficos o algún holocausto nuclear, significa
deformar el sentido del mensaje (…) la
pérdida de la fe de un continente es peor que la aniquilación de una nación;
y es un hecho que la fe está continuamente disminuyendo en Europa”.
Muchas naciones no se disolvieron, es cierto, pero la gran mayoría perdió su
norte espiritual, fueron descristianizadas.
A propósito de la guerra atómica hay que decir
que una cosa es que la consagración hecha por Juan Pablo II en 1984 haya
impedido un conflicto de tal magnitud, y otra cosa muy distinta es que con ello
se cumple la tercera parte del secreto. Son dos cosas distintas. De hecho,
sobre la intervención divina la misma Lucía es quien ha dicho: “La consagración de 1984 evitó una guerra
atómica, que habría tenido lugar en 1985”.
c)
Sobre Gorbachov
y la caída del Bloque Soviético
En
la película se da a entender como un cese definitivo de los errores de Rusia,
propio del reduccionismo que describimos en el punto “a”, el hecho de la caída
del muro de Berlín. Por lo que se cumpliría aquello de “será dado al mundo un tiempo de paz”. Es cierto que fue notable la
disminución de las guerras, pero eso no implica por completo que se haya dado
el “tiempo de paz”. El documental refiere de modo explícito que la Virgen
venció finalmente sobre el Comunismo con el pacto de Gorbachov y con la caída
del régimen. Puede afirmarse sí, que hubo una particular intercesión de la
Virgen para que estos hechos sucedieran, eso no cabe duda. Pero el error del
comunismo no fue aniquilado, como ya se vio.
Tampoco
pueden relacionarse estos hechos con la tercera parte del secreto. El 17 de
marzo de 1990, el Cardenal Silvio Oddi, amigo personal de Juan XIII, declaró
que el “tercer secreto” “no tiene nada
que ver con Gorbachov”, y que en cambio, “la Santísima Virgen nos está alertando sobre la apostasía en la Iglesia”. Cosa que detallaremos luego.
Fue,
entre otros, el Cardenal Sodano, secretario de Estado Vaticano, quien
malinterpretó intencionadamente y desvió la atención sobre la tercera parte del
secreto, dándola por cumplida con el fin de la URSS. El mismo dijo que el
secreto se refería “a la lucha de los
sistemas ateos contra la iglesia” y que “el
secreto habla del fin del comunismo, anticipa los acontecimientos de 1989”.
En
el documental se entrevista, entre distintos especialistas sobre Fátima, a Joaquín
Navarro-Valls, quien fuera portavoz del Papa Juan Pablo II. Este hombre,
fallecido el pasado 5 de julio, ofreció para esta película su último reportaje
en diciembre de 2017.
En ella dice muchas cosas que iremos comentando, pero que muestran a las claras
que no se trata de un especialista en la materia, sino todo lo contrario. En
cuanto a lo que venimos tratando, señaló: “ninguna
persona que yo conozca, en esa época, esperaba que se hundiera el bloque del
Este en su vida”.
Sin
embargo, contra las afirmaciones antes mencionadas del Cardenal Sodano y contra
las afirmaciones de Navarro-Valls, están, ni más ni menos, que las afirmaciones
del Papa Juan Pablo II. En efecto, ni el Pontífice creyó que la apertura del
Este fuese la gran victoria prometida por la Madre de Dios, como tampoco lo vio
imposible o impensable. Todo lo contrario. Luego de haber hablado sobre Fátima
y sobre la promesa de la conversión de Rusia y respecto de su aparente
cumplimiento, dijo:
“Sería
demasiado fácil decir que la Divina Providencia hizo caer al comunismo. El
comunismo como sistema, en cierto sentido, se derrumbó solo. Se
derrumbó como consecuencia de sus propios errores y abusos. (…) sin
embargo, se derrumbó solo, a través
de sus propias e inherentes debilidades”.
El
Padre Gérard Mura se pregunta si es posible pensar que con la “Perestroika”, la
caída del Muro de Berlín y la apertura del Este, el comunismo ya fue superado;
hipótesis que en la película de marras se afirma rotundamente. Agregaría argumentos
a favor de tal hipótesis el pensar que, en efecto, los países satélites del
Pacto de Varsovia han sido liberados de la dominación soviética y cuentan hoy
con estructuras democráticas; la cortina de hierro cayó y las dos Alemanias se
han reunificado, el sistema económico del comunismo ha caído y ha sido
sustituido por sistemas orientados a la economía social de mercado occidental.
Contra
esto hay que responder que “si bien el comunismo bolchevique se derrumbó, el mismo
mantiene una vigencia histórica, hoy calificada como «neocomunismo» o
«neosocialismo»”. El modelo bolchevique
cambió y se redefinió asumiendo un modelo distinto y más complejo, con una
acción política indirecta, fundada en un proceso de revolución cultural.
Proceso que mencionábamos anteriormente, mentado por Antonio Gramsci, y puesto
en práctica entre otros organismos por la Escuela de Frankfurt y todo lo que
atañe al marxismo cultural.
Finalmente,
el “tiempo de paz” sería dado “al mundo”, y no sólo a Rusia. Al mirar el
contexto mundial y sus hechos, nos llevamos una gran sorpresa, puesto que luego
de 1989 las muertes en el mundo debido a las guerras fueron aterradoras. En un
diario portugués (24 horas), del 19
de abril de 1999, se publicó una visión general sobre las guerras, que se han
dado en el decenio transcurrido a partir de 1990. Las cifras hablan por sí
mismas. En ellas no están consideradas todas las guerras civiles y
se cuentan 5.929.650 muertos.
Téngase
en cuenta que las palabras de la Santísima Virgen son: “Rusia será consagrada y se convertirá, y un tiempo de paz será dado al
mundo”. De ello se colige que el tiempo de paz va unido a una anterior
consagración de Rusia y a su respectiva conversión, cosas estas que no se han
dado hasta la fecha.
d) ¿Se convirtió Rusia?
Como acabamos de decir, no, Rusia no parece haber
realizado una conversión. ¿Y esto por qué? Muy sencillo: para que exista
conversión debían primero cumplirse los pedidos de la Virgen, pero al no
cumplirse no puede (todavía) darse la conversión. Que puede haber un ambiente
más o menos favorable al catolicismo, eso no lo ponemos en discusión. Pero
afirmar sin más que Rusia se ha convertido, es una suposición temeraria.
La
película se basa en un testimonio para afirmar esto. Es el del sacerdote
Alejandro Burgos, quien tiene a cargo una parroquia rusa de Rito Bizantino, y
dice: “Creo que eso se ha cumplido, Rusia se ha convertido, en el sentido al
menos de que ya se puede predicar y vivir la fe, como muestran mis
parroquianos, por ejemplo; lo digo para que no nos olvidemos de dar gracias a
la Virgen”. Pues bien hay algunas cosas por decir sobre este testimonio.
En
primer lugar que se trata de una afirmación de una persona en particular, en
este caso sacerdote. Por otra parte su afirmación la realiza desde su
experiencia exclusiva de la propia parroquia. Además, él mismo lo menciona,
esto sería “en el sentido al menos” de que ya se puede predicar y vivir la fe. Digamos
que una experiencia particular, no puede llevarse a una regla y verdad general,
menos en un marco tan amplio como lo es todo Rusia. Que en su parroquia se
pueda predicar y vivir la fe, no significa que en todo Rusia sea así. De hecho
en nuestra Argentina, se puede predicar y vivir la fe, y esto no sólo en la
parroquia a la que asisto, sino en todo el país, al menos por el momento. Sin
embargo que esto sea así no me da pie para afirmar que vivimos en una Argentina
convertida, y católica. La pregunta sería, ¿qué se entiende por “conversión de
Rusia”?
Sor
Lucía entendió lo que la Virgen Santísima en Fátima le dijo, de la siguiente
manera, según lo atestigua el P. Joaquín Alonso, CFM:
“Lucía siempre ha pensado que la conversión
de Rusia no se entiende solamente como un retorno de los pueblos rusos a la
religión cristiano-ortodoxa, rechazando el ateísmo marxista de los Soviets,
sino que se refiere simple y plenamente a la conversión total e integral mediante un retorno a la única y verdadera Iglesia,
católica, romana”.
Sumado
a estas palabras están las referidas por la misma Sor Lucía, quien nos cuenta
que luego de la revelación que tuvo en Tuy, el 3 de enero de 1944, antes de
poner por escrito el Tercer Secreto, sintió en su corazón una voz suave que le
decía:
“Con el tiempo, habrá una sola fe, un solo
bautismo, una sola Iglesia, Santa, Católica y Apostólica. ¡En la eternidad, el
Cielo!”
En
concreto, el credo católico-ortodoxo abrazaría por completo el dogma de la Fe.
Esto se comprende todavía más si se tiene en cuenta el contexto en el que la
Virgen dijo estas palabras. Es decir, Nuestra Señora promete “Rusia se
convertirá” (si atienden a mis súplicas), en 1917, cuando todavía no era Comunista y cuando aún era ortodoxa. Ergo, conversión implica sí o sí, el regreso a
la Fe católica, apostólica y romana, por completo.
San
Maximiliano Kolbe profetizó la futura conversión de Rusia con las siguientes
palabras: “Veréis un día la imagen de la
Inmaculada colocada en la más alta almena del Kremlin”. Esto no sólo apunta
a la conversión política de Rusia, sino a abrazar, entre otras cosas el dogma
de la Inmaculada Concepción, el cual no es reconocido por los ortodoxos. Después
de la apertura del Éste, en 1994, la jerarquía ortodoxa publicó un “Catecismo
Ortodoxo Anticatólico”. Este libelo, propagado por la jerarquía entre los
fieles y sacerdotes, afirmaba que “el fiel ortodoxo que reza con católicos, ya
sea en la iglesia o en la casa, está excomulgado; que un matrimonio con un
católico debe ser disuelto y que los católicos no merecen ser llamados
cristianos”. Sabiendo esto, ¿podemos
afirmar la conversión de Rusia como ya
cumplida?
¿Cuál
es el hecho mencionado como prueba del acercamiento entre católicos y ortodoxos
en la película? La reunión entre el Patriarca de la iglesia ortodoxa rusa y el
Papa Francisco en la primera mitad de 2018, en Cuba. ¿No es pobre el argumento?
e) Sobre la Consagración del Papa Juan
Pablo II en 1984
Todas
las afirmaciones erróneas de la película parten del hecho de dar por cumplida
la Consagración de Rusia. Sin embargo, los hechos muestran que no fue así.
Ninguno de los intentos de consagración cumplió con los requisitos puestos por
la Santísima Virgen. A saber, debe mencionarse especial y expresamente a Rusia
(puesto que es ella la que se quiere consagrar), lo debe hacer el Santo Padre
en comunión con todos los obispos del mundo, debe ser solemne y tener carácter
público; además debe realizarse en reparación por las ofensas al Corazón
Inmaculado de María, aprobando y recomendando la devoción de los cinco primeros
sábados.
Ni
Pío XII, el 31 de octubre de 1942, ni Juan Pablo II en sus tres intentos
(13/05/81, 16/10/82 y 25/03/84), pudieron realizar al consagración conforme a
las palabras de la Virgen de Fátima. Lo cual fue afirmado también por la misma
Sor Lucía en distintas oportunidades. En cuanto a la primera, de SS. Pío XII,
escribió Lucía: “El Señor ha agradecido la consagración del Mundo de Octubre de 1942 al
Corazón Inmaculado de María, aunque fue incompleta según su pedido; promete igualmente poner rápido fin a la
guerra. La conversión de Rusia en cambio no ocurrirá por ahora”. El segundo intento del mismo Pontífice tendrá
similar deficiencia: “Estoy dolorida porque la
consagración de Rusia no ha sido hecha aún como la Santísima Virgen la había
pedido”. Más adelante, respecto de Juan Pablo II en su
primer intento, señaló en una entrevista con el Nuncio papal, el Dr. Lacerda y
con el P. Messias Coelho, que la consagración no se había realizado por no ser
Rusia el objeto y no haber participado
los obispos del mundo. El texto preparado para el nuncio terminaba: “La
Consagración de Rusia no se ha hecho como Nuestra Señora ha pedido”.
Pero, ¿en qué se basa la película para afirmar que la
consagración fue realizada completamente? El ya mencionado Joaquín Navarro
Valls explica en el documental que luego de la consagración de 1984 “Juan
Pablo II preguntó a Sor Lucía de Fátima si con esa consagración se cumplía lo
que la Virgen había solicitado en Fátima, y ella dijo que sí”. Mons.
Tarcisio Bertone, sostiene también que se
habría realizado en marzo del 84’ “como quería Nuestra Señora”, y entonces
“todas las peticiones ulteriores carecen de fundamento”. Pero ¿realmente esto
es así? Hay pruebas de sobra para probar lo contrario.
En primer lugar está el hecho de la fórmula de la
consagración: “¡Madre de la Iglesia, ilumina especialmente a los pueblos de
los que Tú espera nuestra consagración!”. Claramente, no se nombra Rusia. Sin
embargo, cuando le preguntaron a Sor Lucía en septiembre de 1985, afirmó que la
consagración de Rusia todavía no había sido realizada. En mayo de 1989 Sor
Lucía le confiesa al Card. Law (Boston), sobre la consagración del 84’: “El
Santo Padre se justificó diciendo que ha sido hecha, hecha de la mejor manera
posible bajo las circunstancias. ¿Hecha sobre el camino angosto de la
consagración colegial que Ella ha exigido y ha estado esperando? No, eso no se
ha hecho”.
¿Qué dijo, entonces, Sor Lucía? Muchos afirman que Lucía
habría dicho que “la consagración de Rusia al Inmaculado Corazón ya ha sido
realizada”. Pero estas palabras eran de una serie de cartas de Lucía escrita a
máquina y en PC, cosa que Lucía jamás hizo (siempre escribió a mano). Sobre
ello, Carolina, hermana de sangre de Sor Lucía, dijo el 11 de octubre de 1990: “No
puede uno fiarse de ‘cartas de Sor Lucía’ escritas a máquina, porque ella ni
siquiera sabe escribir a máquina”. Se sabe, además, por la revelación del
P. Messias Coelho (julio de 1989), experto en Fátima, que Sor Lucía recibió una
instrucción anónima de la burocracia vaticana, según la cual ella y sus compañeras
quedan obligadas a decir que la Consagración de Rusia fue realizada válidamente
en marzo de 1984. De hecho a partir de entonces María do Fetal, prima de Sor
Lucía, comenzó a contradecir sus propias palabras afirmando la validez de la
consagración del 84’.
El hecho de que no se mencionara explícitamente a
Rusia, tiene sugestivas y curiosas explicaciones.
El Padre Gabriele Amorth, exorcista de Roma, testimonia lo ocurrido en 1984 de
la siguiente manera:
“Yo
estaba allí, a pocos metros de él. Yo era el organizador del evento en la Plaza
de San Pedro. Era el 25 de marzo y el Papa tenía la imagen de Nuestra Señora de
Fátima que venía de Fátima, la estatua que por lo general permanece en el gran
santuario de Fátima. Pero en esa ocasión él quería la estatua allí. Arrodillado
frente a la estatua, intentó la
consagración, pero todos los políticos a su alrededor le dijeron, ‘no se puede nombrar a Rusia. Y él
volvió a preguntar: ‘¿Puedo nombrarla?’
y ellos dijeron, ‘No, no, no’”.
g) ¿Y la tercera parte del Secreto?
Otro
de los gruesos errores que contiene este film se refiere a la tercera parte del
secreto o “tercer secreto”. Diremos que el secreto es sólo uno que está
dividido en tres partes: 1°) visión del infierno (representa el peligro para el
alma), 2°) Consagración de Rusia al Corazón Inmaculado de María (representa el
peligro para el Mundo) y 3°) Visión del ángel pidiendo penitencia y del Santo
Padre subiendo a la colina de la cruz, cayendo muerto de manos de los soldados
con disparos y flechas (representa el peligro para la Iglesia).
En
este caso el error es doble porque por un lado se afirma que no hay nada del
Secreto que esté oculto y que no se haya dado a conocer, cosa que, como
veremos, es falsa. Por otro lado se afirma que el atentado sufrido por Juan
Pablo II es el cumplimiento de la visión de los pastorcitos. Vamos por partes.
El
antes mencionado Joaquín Navarro Valls se refiere en el documental al Tercer
secreto de forma rotunda y convencida. Sobre si oculta la Iglesia parte del
secreto, dice:
“No me interesan personalmente ninguna de
estas post interpretaciones que no tienen más
base que la pura fantasía humana. ¿Que no se ha dado todo? Lo conozco de
dentro, y sé que se ha dado todo y fotocopiado. Todo eso no me interesa en lo
más mínimo. Me atengo exclusivamente a los textos y a lo que nos han
transmitido ahora y antes, cuando estaban vivos los tres videntes de Fátima
esos textos. La idea de que no se ha dado todo es ridícula. No tiene base. ¿Han
visto algo más que no se ha dado? No, son fantasías. No me interesa en nada. Me
atengo exclusivamente a los hechos porque los conozco, al menos esta tercera
parte, cuando se dio el texto. Y sé que se dio en su integridad y fotocopiado
para que se viera su integridad.”
Las
palabras del español guardan dos errores, el primero es sobre la negación de
que hay una parte del secreto que efectivamente no se conoce. El segundo, la
idea de atenerse a lo que “nos han transmitido ahora y antes, cuando estaban vivos los tres videntes de
Fátima”. Algo muy curioso si tenemos en cuenta que Francisco muere el 4 de
abril de 1919 y Jacinta el 20 de febrero de 1920. El secreto lo conocemos gracias
a los escritos de Sor Lucía y las primeras Memorias
fueron escritas por pedido de Nuestro Señor en Tuy el 17 de diciembre de 1927,
pero aún así, debía exceptuar el tercer secreto. La segunda Memoria en diciembre de 1935 y, la
tercera, en noviembre de 1937. Específicamente la escritura del “Tercer
Secreto” data de entre los días 3 y 9 de enero de 1944, muchos años después de
la muerte de los videntes Jacinta y Francisco. Entonces, ¿cómo pudo decir
Navarro Valls, para sustentar sus afirmaciones, que se basaba en lo que sabía
de cuando estaban vivos los tres videntes
de Fátima?
Pasando
a aclarar el primer error diremos que es un tema algo complejo y que llevaría
mucho tiempo explicar y detallar. Limitándonos a dar las fuentes y los estudios
más eruditos sobre el caso, expondremos la verdad de los hechos.
La
interpretación de los más enjundiosos especialistas, sobre los hechos que más
parecen concordar con la realidad, es la de pensar que el texto publicado en el
año 2000 es auténtico, pero no íntegro.
En primer lugar los datos nos muestran que no existe un solo documento o
escrito sobre el tercer secreto, sino
dos; y en segundo lugar lo que se oculta, lo que no está descubierto, es lo que
se refiere a las palabras de la Virgen sobre el mismo.
Cuando
Navarro Valls afirma tajantemente que se atiene al secreto publicado,
fotocopiado y autenticado, omite que existe otro manuscrito de Sor Lucía en el
que habría puesto por escrito parte del Secreto.
El
primer documento corresponde a que en junio de 1943 Lucía se enferma gravemente
y Mons. Da Silva, temiendo su muerte, le ordenó el 15 de septiembre escribir el
texto íntegro del Secreto. Luego de tener orden formal y por escrito a su
pedido, Lucía sufrió una parálisis que ella consideró sobrenatural, por la que
no pudo poner en acto la escritura del Secreto. Finalmente el 2 de enero de
1944 la Virgen le revela que le dará la fuerza y luz necesaria para escribirlo,
lo cual hizo al día siguiente. Sin embargo, sólo pudo escribir, en tres páginas
de su diario, la visión, pero no las palabras de la Virgen que interpretan la
visión.
El
segundo documento corresponde a que después de seis días Lucía escribió en una
hoja suelta, las palabras explicativas de la Virgen respecto a la visión. Esto
sucedió el 9 de enero de 1944 en la Capilla del Convento de Tuy.
Algunos
testimonios indirectos, confirman la existencia de los diferentes documentos,
entre ellos, los del Cardenal Ottaviani, el Cardenal Luigi Ciappi (teólogo
personal del Papa Juan Pablo II), el P. José Schwegl (enviado a Coimbra por Pío
XII a visitar a Lucía el 2 de septiembre de 1952), el P. Agustín Fuentes
(postulador de las causas de beatificación de Francisco y Jacinta) y el
Arzobispo Loris Capovilla (ex secretario particular de Juan XXIII, quien pudo leer el segundo documento).
Las
“palabras de la Virgen” referidas al secreto serían las que siguen a “en Portugal se conservará siempre el dogma
de la fe, etc. Esto no lo digáis a nadie, a Francisco sí podéis decírselo”.
El “etcétera”, por sentido común, es
evidente que no pudo ser dicho por Nuestra Señora y que supone un texto al cual
reemplaza, no publicado (obviado por Navarro Valls).
Esto
ha sido analizado por Antonio Socci y especialmente por el P. J. M. Hardy,
quien analizó la estructura, unidad y concordancia entre las dos partes ya
conocidas del Secreto. En efecto, observa que cada una de las dos primeras
partes anuncia males para los que la Virgen receta un remedio (contra el
infierno, la devoción al Corazón Inmaculado y contra la Guerra, la consagración
de Rusia). Pero en la tercera parte faltarían las palabras de la Santísima
Virgen a propósito de la visión del Ángel flamígero y de la muerte del obispo
vestido de blanco. En septiembre de 1952, el P. Joseph Schweigl, SJ, por orden
de Pío XII interrogó a Lucía, y declaró: “puedo
decir que el tercer secreto tiene dos partes: una concierne al Papa. La otra
lógicamente –no debo decir nada de ella- debería ser la continuación de las
palabras ‘En Portugal se conservará siempre el dogma de la fe’”.
Otro
elemento que supone que la virgen explicó y dijo otras palabras es el hecho de
que Francisco sólo veía a la Virgen, mientras que Lucía y Jacinta también la
escuchaban. Por eso la Virgen añade, luego de lo que contendría el famoso
“etcétera”: “Esto no lo digáis a nadie. A Francisco sí podéis decírselo”.
Por otra parte está lo referido por Lucía en el interrogatorio de 1924, cuando
señala: “después la Sra. dice nos algunas ‘palavrinhas’…”.
Incluso
la Madre Angélica decía: “Con relación al
Secreto, lo que ocurre es que yo soy una de las personas que piensan que no
hemos recibido la cosa completa”. Y contra quienes señalan que nuestras
interpretaciones son catastróficas, negativas, pesimistas, apocalípticas,
podemos citar las palabras de Sor Lucía cuando le preguntaron sobre el tercer
secreto: “Está en el Evangelio y en el
Apocalipsis. ¡Leedlos!”.
h) Sobre el atentado al Papa Juan
Pablo II y el Secreto de Fátima
Respecto
de la tercera parte del Secreto, puntualmente sobre lo que le acontece a aquél
“obispo vestido de blanco”, el documental que venimos comentando contiene otra
afirmación errónea, también traídas por boca de Joaquín Navarro Valls. El error
consiste en suponer que en el atentado sufrido por Juan Pablo II en 1991 se
cumplen las palabras del Secreto anunciado por la Santísima Virgen. Navarro
Vals cenó con el Papa el mismo día que éste último visitó en la cárcel a su
agresor, Alí Agca. Según el español el Santo Padre le habría explicado en esa
cena que Alí Agca no le había pedido perdón, sino que se había limitado a
insistirle: “Explíqueme el tercer secreto
de Fátima”. Y prosigue Navarro Valls: “Alí
Agca decía que si en el secreto se profetizaba su atentado, él sólo habría
cumplido los designios de Dios y era un peón en manos de la divinidad”. Y
finaliza: “se convenció de que hablaba de
él”.
Pues
bien, está claro que esta interpretación viene de manos del agresor de Juan
Pablo II, ni siquiera proviene de un teólogo serio o de alguna voz autorizada
en la materia. Lo único cierto es que el Papa adjudicó el milagro a la
Santísima Virgen luego de saber que el mismo ocurrió el 13 de mayo, Fiesta de
Nuestra Señora de Fátima: “una mano
materna guió la trayectoria de la bala, y el Papa agonizante se detuvo en el
umbral de la muerte”.
El
día de la beatificación de los pastorcitos videntes de Fátima el Cardenal
Sodano, entonces Secretario de Estado, hizo una interpretación del Secreto ante
los medios. Entre otras cosas se refirió al Papa Juan Pablo II y el atentado,
afirmando que “parece alcanzar también a
la así llamada parte del secreto de Fátima. (…) El texto constituye una visión
comparable a las de la Sagrada Escritura, que no describen en sentido
fotográfico los detalles de los acontecimientos futuros”, por lo que la
lectura “no puede ser sino de carácter
simbólico”. Es decir que para el Cardenal Sodano, la visión es simbólica y
la muerte del obispo vestido de blanco es alegórica y estaría representando a
lo ocurrido en mayo de 1981. Curiosamente fue el mismo Cardenal el que agregó
una partícula al texto, de modo que el obispo vestido de blanco caía “como” muerto. Pero ni la misma Lucía
sabía el nombre del pontífice, como le dijo al mismísimo Cardenal Sodano: “Nosotros no sabíamos el nombre del Papa, la
Señora no nos ha dicho el nombre del Papa”. Además de ello, los pastorcitos
no dudaron de que la persona de la visión es “herido de muerte y cae por
tierra”. ¿Cómo es posible que, según Navarro Vals y el Card. Sodano, la
Virgen anuncie la muerte de un Papa que no muere?
El
entonces Cardenal Ratzinger reconoce que son muchos los pontífices que han
sufrido y en el caso de Juan Pablo II: “¿No
podía el Santo Padre, cuando después del atentado del 13 de mayo de 1981 se
hizo llevar el texto de la tercera parte del “secreto”, reconocer en él su
propio destino?”.
En
resumen, mientras el Cardenal Ángelo Sodano afirma que “al fin no hay motivo para esperar hechos futuros: la revelación
pública es para todos los siglos, pero las revelaciones privadas son fechadas”,
el Papa Benedicto XVI responde el 13 de mayo de 2010 en Fátima que: “El que piensa que el mensaje profético de
Fátima ha terminado se engaña a sí mismo”.
Por
otra parte podríamos preguntarnos por qué el mensaje no se refiere al Papa
Pablo VI, acuchillado en noviembre de 1970, o al mismísimo Papa Juan Pablo I
(como interpretó alguna vez el Abbé de Nantes). En la visión de Fátima el Papa
muere, “fue muerto por un grupo
de soldados” y “de la misma manera, murieron unos después de otros”. Concuerda
con la visión que tuviera en 1909 el Papa San Pío X: “He tenido una visión terrible: no sé si seré yo o uno de mis
sucesores, pero vi a un Papa huyendo de Roma entre los cadáveres de sus
hermanos. Él se refugiará incógnito en alguna parte y después de breve tiempo morirá de una muerte cruel”.
i) Una omisión importante
Omisión
que creemos de gran importancia es lo referido por la Virgen en cuanto al
peligro que sufriría la Iglesia. Los males anunciados en Fátima parecen
reducirse a los errores de Rusia esparcidos por el mundo y las guerras, pero
¿qué hay del peligro que sobrevendría sobre la Iglesia?
Son
muchas las voces que han respondido a esto, incluyendo a los mismos pontífices.
Las visiones de los pastorcitos y aquello comentado por Jacinta, que “hacía
parte del secreto”.
Los males no serían sólo los de Rusia que involucrarían también a la Iglesia,
por su persecución y sus mártires, tal como anunció la Virgen.
El
12 de junio de 1941 Nuestro Señor se mostró dolorido por la indiferencia
religiosa y la pereza del Clero español: “deseo
vivamente que el Episcopado de España se reúna al menos una vez al año para
definir de común acuerdo una reafirmación del estado religioso y de la piedad
cristiana en España y para remediar el
relajamiento de las costumbres de los sacerdotes y de los religiosos. El
Señor necesita del ánimo y de sacerdotes que lo sirvan en espíritu de
sacrificio por el bien de todas las almas”.
El
secreto debía ser abierto y dado a conocer en dos fechas “topes”: el año 1960 o
la muerte de Lucía. Esto era así porque, como la Virgen señaló, entonces sería
más claro para entenderlo.
Sabemos que no se hizo, no se dio a conocer y no se realizaron los pedidos de
María Santísima. Ya sabemos qué ocurrió con el Comunismo, pero ¿qué hubo para
la Iglesia? Poco después de 1960, se llevó a cabo el Concilio Ecuménico
Vaticano II, sin dudas el acontecimiento religioso más importante del siglo XX.
Así también lo define el documental. El primer día de trabajo del mismo fue el
13 de mayo de 1962, una fecha muy sugestiva por cierto. Ni hablar de la primera
congregación general, reunida el 13 de octubre del mismo año. Esto no fue así
planeado, dado que el comienzo oficial estaba fijado para el 11 de octubre con
una Misa de apertura y según los especialistas no se realizó el Concilio en el
espíritu de Fátima.
Aquí comienza, en gran medida, la “crisis de fe” anunciada.
Un
día después de la primera jornada de trabajo se producía la crisis de Cuba, que mostraba como
inminente el peligro de una guerra mundial a través de una agresión rusa.
Precisamente el Comunismo no fue condenado por el Concilio, pese a algunos
pedidos, por razones de ecumenismo y diálogo.
En
agosto de 1962, en Metz, el Card. Tisserant, siguiendo órdenes de Juan XXIII,
llevó a cabo un pacto entre la Santa Sede y el patriarca ortodoxo Nikodim según
el cual la Iglesia se comprometía a que en el Concilio no habría ninguna
condena al comunismo y al marxismo. Dom Manoel Pestana Filho señaló el 7 de
mayo de 2010 que “dentro del Concilio Vaticano II, no en las reuniones, se
hicieron muchos acuerdos con los representantes de Rusia para que no se hablase
del comunismo, no se hablase de Rusia. Mas eso es lo contrario del mensaje de
Fátima. El centro del mensaje (…) era Rusia, de la cual vendrán grandes males
para la Iglesia y para el mundo. Pero hicieron un acuerdo”. Este acuerdo dio
lugar a la llamada Ospolitik.
El
3 de diciembre de 1963, el obispo de Campos (Brasil), entregó al Cardenal
secretario de Estado, Amleto Cicognani, una petición firmada por 2013 Padres
conciliares de 54 países pidiendo a Paulo VI que se hiciese una constitución
conciliar en la que 1) se exponga con claridad la doctrina social católica y sean condenados los errores del marxismo,
el socialismo y el comunismo desde lo filosófico, sociológico y económico;
y 2) sean erradicados los errores que preparan la mentalidad y espíritu de los
católicos para aceptar el socialismo y el comunismo. El ensayo de Plinio Correa
de Oliveira (Revolución y
Contra-Revolución) fue enviado a todos los Padres conciliares. El Papa
habría rechazado este pedido con su silencio. En la siguiente sesión (3ra) que
versaría sobre “la presencia de la Iglesia en el mundo moderno”, se trató el
ateísmo pero se evitó cuidadosamente la palabra comunismo.
Frente a esto, en 1965 (29 de septiembre), 25 obispos de varios países en
nombre del Coetus Internationalis Patrum,
enviaron a los Padres conciliares una carta circular exponiendo las razones por
las que debía tratarse expresamente el problema del comunismo después del
párrafo 19 de la Gaudium et Spes. La
carta, entre otras cosas, decía: “Mañana
el Concilio será criticado –y muy justamente- por este silencio en relación al
comunismo, un silencio que será tomado como una señal de cobardía y
complicidad”.
Los
comunistas vieron en el Concilio una ocasión singular para acercarse e irrumpir
en la Iglesia. El Partido Comunista Italiano (PCI) divulgó un número de la
revista Propaganda dedicado el
“diálogo con los católicos” (1964). En él se afirma que “la extraordinaria
irrupción del Concilio, justamente comparado con las Asambleas Generales de
1789, demostró al mundo entero que la vieja Bastilla político-religiosa ha sido
sacudida en sus fundamentos. Se produjo así una nueva situación (…). Surge,
pues, una oportunidad nunca vista, de aproximarnos de la victoria final
mediante una adecuada maniobra”. Otro párrafo dice: “Así, el propio Concilio
pone gratuitamente a nuestra disposición los mejores recursos para que
lleguemos al público católico”. Y finalmente se afirma: “Nunca la situación nos fue tan favorable”.
El 3 de febrero de 1964 Mons. Proença Sigaud
entregó personalmente al Papa Pablo VI una petición firmada por 510 obispos de
78 naciones que solicitaban que el Consejo renovara la consagración del mundo
al Inmaculado Corazón de María con especial mención de Rusia. El 21 de
noviembre el Papa consagra la raza humana al Inmaculado Corazón al final de la
tercera sesión del Concilio, aunque sin mencionar a Rusia. Era sólo un discurso
y no una ceremonia solemne como pedía la Virgen.
El
mismo pontífice Pablo VI dirá el 7 de diciembre de 1972 que “la Iglesia se
encuentra en una hora inquieta de autocrítica o, mejor dicho, de autodemolición”. Y más tarde, en junio
de 1972 dirá aquella famosa frase: “por
alguna rendija se ha introducido el humo de Satanás en el templo de Dios…
También en la Iglesia reina ese estado de incertidumbre. Se creyó que después
del Concilio vendría una jornada de sol para la Iglesia. Ha llegado, sin
embargo, una jornada de nubes, de tempestad, de oscuridad”. Es preciso
retener las palabras “autodemolición” e “incertidumbre”, dado que coincide con
lo que dijo Sor Lucía sobre el tercer secreto: “¡Es la desorientación diabólica que invade el mundo y engaña a las
almas! … Es que el Demonio ha conseguido infiltrar el mal, con capa de virtud,
y andan ciegos guiando a otros ciegos”.
Los
males no pueden reducirse al Comunismo, sino que en el caso puntual de la Iglesia,
se refiere al Modernismo que ha causado estragos dentro de la doctrina y,
especialmente, de la Liturgia. El entonces Secretario de Estado de Pío XI,
luego Pío XII, Card. Pacelli, declaró sobre el mensaje de Fátima: “Me preocupan los mensajes de la Santísima
Virgen a la pequeña Lucía de Fátima. Esa persistencia de María sobre los
peligros que amenazan a la Iglesia es un aviso del Cielo contra el suicidio que
significa alterar la Fe, en su liturgia, en su teología y en su alma (…) Oigo a
mi alrededor innovadores que desean desmantelar el Santuario, apagar la llama
universal de la Iglesia, rechazar sus ornamentos y hacer que sienta
remordimientos por su pasado histórico”. Las palabras del Cardenal se
comentan solas y se palpan y comprueban con solo mirar hoy a nuestro alrededor.
El
Papa Benedicto XVI hizo hincapié en que “los
ataques al Papa y a la Iglesia no sólo
vienen de fuera, sino que los sufrimientos de la Iglesia proceden precisamente de dentro de la
Iglesia”. Y como Cardenal, reveló al P. Kramer alrededor de 1990 que, “en el Tercer Secreto de Fátima, Nuestra
Señora avisaba que no se cambiase la
liturgia (…) Nuestra Señora avisó también que habría un Concilio pernicioso en
la Iglesia, que causaría grande escándalo”.
El
P. Dollinger, también amigo personal de Benedicto XVI y quien tuvo por varios
años de confesor al Padre Pío, recibió el comentario del Papa Emérito. “Poco después de la publicación en junio de
2000 del Tercer secreto de Fátima por la Congregación para la Doctrina de la
Fe, el cardenal Joseph Ratzinger dijo en una conversación personal al P.
Dollinger que una parte del Tercer
Secreto permanece inédita “realmente hay algo más” (“Wirklich da ist noch
etwas”). También explicó a Dollinger “que
la parte publicada es auténtica, y que la
inédita habla de «un concilio malo
y una misa mala» que habría en
un futuro cercano”.
Nos
limitamos a agregar algo más. Diremos que todo cuanto hemos dicho en este
apartado ha sido omitido y silenciado en el film. Nada habla en la película del
ataque que significa interferir en la doctrina o alterar de algún modo la
liturgia.
3. Concluyendo
Para
este documental:
1°
El pedido de la Virgen de Consagrar Rusia al Inmaculado corazón se cumplió
inexorablemente en 1984. Como prueba está el hecho de la caída del régimen
soviético pocos años después, la disminución de las guerras, entre otras cosas.
2°
Rusia, por lo tanto, se ha convertido. Esto según un sacerdote que afirma que
en su parroquia se puede predicar a Jesús.
3°
El tiempo de paz para el mundo se ha cumplido, pese a que el mundo vive en
constantes guerras.
4°
Los errores de Rusia, se habrían dejado de dispersar por el mundo luego de la
caída del muro de Berlín (y cayéndose los regímenes comunistas restantes).
5°
La persecución y el peligro para la Iglesia y el Santo Padre es siempre desde
afuera, nunca desde adentro. No existe una apostasía en nuestros días.
6°
La tercera parte del secreto que habla del papa muriendo y cayendo muerto, se
ha cumplido en la persona del Papa Juan Pablo II, en el atentado de 1981.
Por
todo esto, diremos que es una película “políticamente correcta”.
Por tal motivo peca por exceso de optimista y contiene una versión recortada de
Fátima y su Mensaje. No podemos decir que sea, entonces, una obra “buena” o
“muy buena”. Deslumbra a los recién llegados y trae algunas luces que no se
dicen, pero tiene carencias y deficiencias que no son menores.
Vale
aclarar que cuando decimos “optimista” no nos referimos a pensar en las
palabras de la Santísima Virgen “al fin
mi Inmaculado Corazón triunfará”. No, eso no está en discusión. Nos
referimos al hecho de ver que todo cuanto se ha profetizado por María en Fátima
se ha cumplido ya; y que los males y
errores que se vaticinaban, según el
film ya fueron superados.
Nos
podríamos preguntar: ¿Es bueno un documental que da por cumplidas las palabras
de la Santísima Virgen, que omite importantes hechos, que contiene errores
históricos y documentales, que interpreta erróneamente el Secreto anunciado por
María Santísima y que calla el hecho de que aún no se ha revelado todo?
Sin
más, traemos las palabras del Profesor Roberto De Mattei: “La consagración de Rusia sigue
pendiente; la práctica de la comunión reparadora no está extendida; y sobre el
ambiente en que estamos inmersos reina un espíritu de hedonismo degenerado, de
satisfacción de todo placer y deseo prescindiendo de leyes morales. ¿Quién
puede afirmar entonces, que la profecía de Fátima se ha cumplido y que los
grandes acontecimientos anunciados por Nuestra Señora en 1917 han pasado a la
historia?”.
Nos
queda, ante tanta confusión una promesa: “Al
final mi Inmaculado Corazón triunfará”.
Eduardo Peralta.
(San Juan, Argentina.
Epifanía del Señor, 2019)