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viernes, 3 de octubre de 2014

Cuatro Mártires (III): AMELONG y LARRABURE

 
3 - Amelong


Nacido en Rosario el 13-VIII-1922, Raúl Alberto Amelong, hijo de Juan Augusto y de Manuela del Carmen Sánchez Zelada, era descendiente por vía materna de un Francisco Sánchez Zelada que dirigió el cruce de las tropas de San Martín por el Paso de Matacaballos. El primer Amelong que vino de Francia-Alemania fue de origen protestante, profesor de piano de Manuelita Rosas y a la caída del Restaurador fue deportado a la provincia de Santa Fe. 

Nuestro héroe estudió en la Escuela Mariano Moreno y el secundario en los Hermanos Maristas de Rosario. Se recibió de Ingeniero Químico en la Universidad Nacional del Litoral, Santa Fe. Dirigente deportivo, profesor fundador en el Colegio San Pablo, de la Parroquia de Villa Constitución, Santa Fe, cuyo Párroco testimonió lo que diremos más adelante, era alto funcionario de la empresa Acíndar. Fue fundador de la iglesia del Barrio Cilsa y de la Iglesia de Lourdes, y un barrio de Villa Constitución lleva su nombre. Fue fundador de la Acción Católica en Rosario y el referente más importante de la Acción Católica de Villa Constitución. 

Hizo el servicio militar y continuó un año como subteniente de reserva. De novio con Maruja Martínez Infante en 1944, se casó el 15-XII-1949. 

Deportista con récord mundial por su raid desde Buenos Aires a Asunción y vuelta con un solo caballo (Añá, Mandinga o Diablo), 3.100 kilómetros en 30 días, cuando tenía 21 años, le gustaba mucho el hipismo y, obviamente, los caballos. 

Cuando la familia iba a Misa parecía una procesión, por lo que una vez un tipo, al ver salir tantos chicos del auto, preguntó “¿cuántos son ustedes?”, y uno de los menores respondió “17”. "¿Por qué 17?", le preguntaron "- Y, papá y mamá son 2, nosotros somos 10 y 5 caballos. De los 10 hijos hay dos religiosas y un sacerdote, fallecido, y cuento 31 nietos."

Me refiere su viuda que una vez siendo novio ella sacó el tema de cuántos hijos tener: “Todos”, fue su respuesta.

Me dicen sus familiares que él decía: “yo soy tomista, pero me falta mucho por saber”.

Vivieron siempre modestamente, y pocos días antes del atentado, en mayo, le dijo a su mujer, victorioso: “hemos terminado de pagar todas nuestras deudas”.

Testimonio de su esposa y de un amigo. 

“Dos eran sus temas. Dios y Patria" – dice su esposa en unas anotaciones que con gran desconfianza me entregó su hijo Javier, ya veremos por qué-. No sólo amaba a la Argentina sino que también vivía para su tierra con una profunda formación histórica del pasado y del tiempo hasta su muerte. Su tercer o primer amor era nuestra familia”. Ella cuenta que se dio cuenta ante Dios que su vocación era el matrimonio, y se encomendó a Él, que no la defraudó otorgándole el esposo que le dio. “Raúl empezó durante el noviazgo a ahondar mi fe y a llenar los huecos que había en mi práctica religiosa”. Y añade que cuando tenían cuatro hijos debieron viajar a Estados Unidos con dos y dejando dos aquí, pero que Raúl aceleró la vuelta de su señora para que la quinta naciera en nuestra tierra. Él los quería argentinos nativos.

Pedro Aznárez no duda que es un mártir y lo recuerda como 

“un tipo muy serio, alguien al cual uno podía acudir en situaciones difíciles. Si Raúl lo decía era así. Sin dobleces. Duro en la defensa de su gente. Amigo de sus amigos. Muy exigente. Una vez en los líos laborales (que lo llevaron a la muerte, agrego) los obreros no lo querían dejar salir de la fábrica y se quedó 8 horas sentado en el auto”, sin resistirse pero sin aflojar. 

[Era un hombre cumplidor de la ley, hasta de los semáforos, y a eso atribuye su viuda su muerte, porque si no se les escapaba…]

* A los 53 años, el 4 de junio de 1975, alrededor de las 7.20 de la mañana, cuando iba con su hija en su automóvil Torino fue asesinado en la esquina de Córdoba, esquina Guatemala, de Rosario. Recibió más de diez disparos. En la Revista Evita Montonera, nº 6, de agosto de 1973, página 32, la organización terrorista Montoneros se adjudicó el asesinato, que había sido reivindicado inmediatamente después del hecho, según informo el diario La Capital de Rosario.

“Pero estoy seguro de que ni la muerte ni la vida ni los ángeles ni los principados ni lo presente ni lo futuro ni las potestades ni la altura ni la profundidad, ni otra criatura alguna podrá separarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús Nuestro Señor”.
Romanos, 8.38

El Padre Claudio le había puesto a mi conferencia otro nombre, … yo volví al nombre viejo que le había puesto pero estoy cumpliendo en lo que él pedía … “La marea roja sobre la Argentina”… 

4- Larrabure


El Cuarto vino con nombre patriota, Argentino, y mariano, Del Valle, Larrabure por apellido y nacido el 6 de junio de 1932 en San Miguel del Tucumán, hijo de Cirilo y de Carmen Conde Contardi, el hermano menor de una familia de 8.

Estudió en la escuela “Mitre” en San Miguel de Tucumán, siempre se destacó como alumno, “le gustaba ser soldado desde chiquito” y postergó por decisión paterna dos años el ingreso al Colegio Militar, el 1 de diciembre de 1952. El secundario lo había cursado en el colegio salesiano “Tulio García Fernández”, siendo abanderado, siempre el mejor, medalla de oro, múltiplemente premiado. 

Sus superiores lo califican al egresar como “leal, sobresaliente deportista y camarada. Sobresaliente”, y es destinado al Regimiento de Infantería 19 de su ciudad, hasta fines de 1953. Las calificaciones de los jefes dejan un aspecto ciertamente original cuando señalan que “supera sus apariencias”, porque se exhibe como sencillo y modesto, y en seguida le formulan elogios importantes. En esos juicios se destaca el aspecto moral , pero en los técnicos descuella. Aparece el calificativo de “franco y leal”, y de deportista. Siguen los distintos destinos (La Plata, Buenos Aires) y se casa el 8 de diciembre de 1955 con Marisu, María Susana de San Martín. Tienen dos hijos. 

En la Escuela Superior Técnica del Ejército siempre tuvo las mayores calificaciones, egresando como Ingeniero Militar, y haciéndose cargo de una fábrica militar en Campana, comenzando a dar clases en la UCA. Es destinado a Villa María y dos años a Brasil, donde elogiaron la velocidad con que aprendió el portugués y siguió formando una foja de servicios intachable. Realizó investigaciones importantes en química y fue condecorado en aquel país. Se cree que tuvo participación en el diseño del Proyector misilístico Cóndor, que después de Malvinas fue destruído por disposición de los Estados Unidos.

En la plenitud de sus amores. Volvió en 1974 a Villa María, donde además fue profesor de Química en las hermanas rosarinas, y Subdirector en la Fábrica Militar, donde aúna su vocación científica química y práctica organizativa y su amor al Ejército Argentino. Vivía, a los 42 años, la plenitud de sus vocaciones, el amor de su familia, el calor de la ciudad de Villa María, y la unión y fraternidad entre civiles y militares. “Él tenía ese don de hacer sentir bien a la gente que le rodeaba”. La fábrica producía elementos para la actividad civil y militar, había sido fundada en 1937, era una de las 14 que dependían del Ministerio de Defensa. Ocupaba a 700 civiles, y había una subunidad militar con 70 soldados y 15 oficiales.

Había tenido ofrecimientos de dentro y fuera del país para dejar su Ejército, pero como Genta, como Sacheri, como Amelong, ser argentino para él era una vocación , en su caso desde el nombre, que había que cumplir aquí. Y en verdad que la cumplió.¡Y cómo la cumplió!

Secuestro. El domingo 11 de agosto de 1974 el Ejército terrorista Revolucionario del Pueblo, fuerte de unos 70 hombres, tomó la Fábrica Militar, entregada por la traición de los soldados infiltrados Tagassich y Pettiggiani, se apoderó de fusiles y explosivos y se lo llevó secuestrado, a sus 42 años.

El comunicado sobre el sorpresivo asalto que los guerrilleros llaman “El combate de Villa María” señala que “fueron detenidos el subjefe de la unidad enemiga, mayor Larrabure y el capitán García. Este último se resistió y fue herido por un disparo de escopeta”.

Última foto del mártir
Poco después, cuando ya había sido trasladado a otra, se descubrió una casa en Córdoba donde estuvo detenido. A partir de allí – 25 de noviembre de 1974- pierde el trato de prisionero de guerra y comienza una vida de calvario, sufriendo más torturas que agravan su situación. Desde el 18 de noviembre de 1974, en que asesinan a un militar en situación semejante, Ibarzábal, tenido largo tiempo vivo y torturado en una especie de ropero por los defensores de los derechos humanos defendidos pro Hebe de Bonafini hoy, la familia piensa que si los terroristas se ven cercados lo matarán (p.143).

En el verano de 1975 escribe una larga carta, se ocupa de todos, desde la familia a la gente de su querida Fábrica, alude a haber “vivido momentos muy inciertos”, que dice va superando, pero machaca una despedida: “Si están todos juntos, sean fuertes. No tengan mucha esperanza de volverme a ver. Sepan que siempre los quise mucho” (Un canto a la Patria, p. 151).

El análisis minucioso de todo lo que dejó escrito en su crudelísimo cautiverio nos muestra, según su hijo Arturo, una maduración en la fe, de la que nunca se había apartado.

Rezar, cantar el Himno y morir. El 19 de agosto un joven industrial que estaba secuestrado en un lugar contiguo al suyo “oyó durante largos ratos una voz entrecortada por accesos de tos [Larrabure era asmático] que rezaba. Hacia el atardecer …oyó que ese mismo compañero de encierro, en voz muy alta [¡¡¡] si bien con evidentes problemas respiratorios o de garganta, cantaba el Himno Nacional”. Luego un grito ahogado y el silencio. Un discípulo práctico de Genta el Primero - se acuerdan?- , “el pedagogo del Oh juremos”…


“Sin sangre no hay redención” para la Argentina

Los defensores de los derechos humanos lo habían tenido secuestrado 372 días, los defensores de los derechos humanos le habían aplicado torturas, y los defensores de los derechos humanos lo asesinaron en Rosario, el 19 de agosto de 1975.

¿Quiénes fueron?

-Ya te dije que el ERP. No hay dudas.

“Yo por mis obras te mostraré la fe”
(Santiago)

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